Una novela de ciencia-ficción llamada Playa de Acero, por el autor John Varley, comienza así:
Dentro de 5 años, el pene será obsoleto.
Hay muchos aficionados a la ciencia ficción entre los Cruzados del Género. El próximo día hablo de por qué Scott Adams es un cerdo sexista. Ya verás la de amigos y amigas que voy a hacer.

Una guardería de preescolar en Suecia va a conseguir la igualdad total de género. La idea es eliminar cualquier estímulo que pueda dar a los críos alguna idea de si son niños o niñas, de acuerdo con la definición social de estas cosas. No se les habla de ello. No se les explica. Habrá disponibles juguetes «de género», pero estarán colocados mezclados, para animar a los niños a usar los que prefieran. Esto es sólo la descripción para los medios de comunicación, porque en la escuela los pronombres de género como «ella» y «él» serán reemplazados por ‘hen’ – un pronombre neutro tomado del finés. Los cuentos con protagonistas humanos con genitales y nombres acorde a sus genitales serán reemplazados por “un libro sobre jirafas que encuentran un bebé cocodrilo abandonado y lo adoptan.” Supongo que las jirafas y el cocodrilo serán hermafroditas, también. O travestis. O transexuales. O algo.
Puesto que sigue habiendo discriminación y desigualdad en países de la OECD, que son molones y emancipados, es un impulso comprensible, y considerando la cruel discriminación en patriarcados como Afganistán, Sudán o la antigua Roma (el otro día salió una idiota diciendo que el castellano era una lengua sexista porque venía del latín, que era la lengua de un patriarcado), esto podría ser una bendición. ¿No? Claro que sí.
La idea es evitar a los niños la dominación social que viene cuando uno elige su género de entre el menú de opciones mutuamente excluyentes que ofrece la sociedad, o bien evitar los conflictos que vienen cuando uno se desvía de ese menú. De paso debería inocular a los niños contra las ETS, supongo. Un noble motivo, desde luego. ¿Pero esto se hace por el bien de los niños? ¿Seguro? ¿Cui bono? Los niños se van a dar cuenta en la bañera de que unos tienen pito y otras no. Se van a dar cuenta de que las mamás no se parecen a los papás, salvo en el número de extremidades y cosas asi. No pasará mucho antes de que se descubra el pastel.
Así que el conocimiento del sexo es inevitable, pero podríamos evitar la cuestión por un tiempo y así proteger a los críos de 6 años de tener que luchar para reconocer su identidad. Los tractores son para infantes a los que les gustan los tractores, y las Barbies son para los infantes a los que les gustan las muñecas de marca, sin importar qué aspecto tenga cada uno a la hora del baño. ¿Pero qué pasa si se quieren apuntar a un equipo de fútbol / hockey / natación sincronizada? ¿Cuál es el vestuario bueno en la piscina? ¿Qué harán el/la pequeño/a Storm o Pop cuando un niño en la escuela les llame cosas como «marica», «moñas», «marimacho» o lo que sea? ¿Y si uno de estos varones sin género realmente se identifica con Optimus Prime, quiere ser un tío duro cuando crezca, y quiere cambiar su nombre a ‘Bud’ o ‘Rambo’? Cuando salgan de esa guardería, tendrán estos conflictos y tendrán que manejarlos.
Así que esta buena gente no les está evitando un conflicto a los niños, los están soltando sin preparar un poco más adelante en el tiempo. Pero de este modo los padres ni tienen que responder a ninguna tendencia de género de sus niños, ni tienen que ayudar al crío a manejar las expectativas y reacciones de otros. En vez de dar a los niños herramientas y espacio para tratar con los matones, los padres consiguen fingir que estos no existen. Kumbaya, mi Deidad-de-género-neutro, kumbaya.
Hay un término técnico en psicología para un cuerpo masivo que no tiene capacidad para devolver golpes. (Pista: comienza con «saco» y acaba en «de boxeo».)
Por supuesto esto es posmodernismo puro, y es una respuesta a un montón de miserable modernidad. Hace tiempo, gente como Herbert Spencer clasificaba a las civilizaciones por sus ideas de mérito, y Rudyard Kipling hablaba de ‘la carga del Hombre Blanco’. Después de millones de gente de piel oscura muerta, docenas de guerras de independencia y unos cuantos genocidios, ahora sabemos qué es lo mejor: ¡la diversidad mola! Lo mismo con la ideología. Tras la Guerra Que Acabaría Con Todas Las Guerras y su inesperada secuela con un final cliffhanger, puedes tener el color que quieras en tanto sea socialdemocracia/ estado del bienestar en alguna forma. Ambos puede que sean mejoras sobe sus predecesores – yo así lo creo – pero eso no implica que todos estarán de acuerdo, y no le haces ningún favor a nadie imponiendo un régimen de la Verdad que se supone transciende la justificación o la razón. Como cierta compadre socialista dijo una vez, “La verdadera libertad es la libertad del tipo/tipa/hen que piensa diferente.” Cosa que no se ve en la moderna cruzada de igualdad de género.
Dejando a un lado las abtrusas teorías sobre acción comunicativa y discurso, ¿puede realmente esta guardería cumplir su promesa de evitar pesares a los niños? ¿Pueden el/la pequeño/a Sauce o Gorrión o como cojones se llamen crecer y ser capaces un día de participar en una actividad de género como los deportes, por ejemplo, y evitar las flechas y piedras de una sociedad que reconoce la existencia de géneros distintos? Caster Semanya lo intentó. Ella aniquiló a sus competidoras en cada evento en el que participó durante los campeonatos de 2009. Ella nunca manifestó duda alguna sobre su (genéticamente decisiva) identidad, pero la gente en Sudáfrica no estaba tan segura y alguna de sus competidoras tenía mal perder. Así que ella recibió una recompensa doble: 1) las medallas y dinero del premio, y 2) el privilegio único de tener a todos los periodistas deportivos del mundo y una legión de médicos extranjeros, incluyendo un endocrino, un ginecólogo, un experto en medicina interna, un experto en género (¿?) y un psicólogo, examinando y discutiendo el estado de su vagina y su no-existente pito. ¡Bien por hen! Podrá comprar mucho Prozac con su premio.
Un resumen: un movimiento está en bancarrota cuando su única defensa es tratar de revisar y reescribir todo lo que ha ocurrido para acomodar su absurda ideología, o modificar el lenguaje para hacer más verdadera tu ideología. Por ejemplo, reescribir Huckleberry Finn para eliminar todas las palabras racistas hacia los negros, porque el racismo hoy día no es aceptable. O borrar gente que has ejecutado de las fotos y pretender que nunca han existido (a Stalin no le funcionó).
Olvidamos que la evolución social es una liebre y la biológica es una tortuga. Y nos olvidamos que si bien el lenguaje modifica nuestras percepción de la realidad, no modifica la realidad en sí. Las cosas son las que son, y no las que queremos que sean. Cuando olvidamos esto, criamos inválidos futuros.
Un resumen aún más breve: cuando escribes mensajes como «lxs vecinxs están convocadxs a una reunión» y no eres capaz de leerlo en voz alta porque ni tú sabes cómo se lee, lo mismo deberías replantearte tus chorradas.
Excelente reflexión.
Es un verdadero placer leerte.
Jesús M. Landart
El honor que usted me hace 🙂
Grande, muy grande. Llevo tiempo siguiéndote y lo único que lamento es lo espaciados que son tus artículos últimamente. Espero impaciente el próximo.
Joder, Alfredo, muchas gracias 😀 Una de las mejores cosas de esto de tener un blog es cuando sale alguien que no conoces de nada y te dice algo así 😀
Pues ahora que estamos en veranito espero tener algo más de tiempo libre para escribir más. Que llevo un atraso…
El gran avance de la cruzada por la igualdad será el reconocimiento de las diferencias, pero dejando atrás la excesiva incidencia en las mismas. Bueno, en eso último quizá no estamos de acuerdo, así que no abundaré en ello sin documentarme más.
En cualquier caso, si golpeas mal un saco de boxeo, es el saco el que te está reventando las muñecas a tí. O la saca. Puñetas… ¿por qué tienen género los objetos inanimados? Es absurdo y horrendamente ineficiente.
Das en el clavo cuando dices que todo esto es “Por supuesto esto es posmodernismo puro, y es una respuesta a un montón de miserable modernidad.”. En uno de los enlaces, alguien intenta defender a los padres de uno Pop o Storm alegando su supuesto caso de haber nacido con un sexo que no sentía como suyo, y la frustración que sentía por haber sido encasillado. No dudo que haya sido una putada, pero debería recordar que es minoría.
De todos modos, con esta gente es imposible acertar. Yo no sé si sabrás que hace unos años los responsables del ya extinto Ministerio de Igualdad se sacaron de la manga un informe sobre el sexismo imperante en el mundillo del videojuego. Tras quejarse en diversos análisis de varios títulos de si este juego era de guerra, en este todas las mujeres eran enfermeras y comentarios por el estilo; tuvieron las narices de echarle en cara a los Lemmings que, si bien el diseño era andrógino, las profesiones eran más bien masculinas y no se reflejaban las femeninas tales como el cuidado del hogar. Vamos, que si no eres judío, eres judaizante.
Poniéndome lírico, todo esto me recuerda al mito griego de Procusto, un bandido que secuestraba a los viajeros y los torturaba, si eran altos los acostaba en una cama corta y cortaba lo que sobresaliera, si eran bajos los acostaba en otra grande y le partía los huesos y estiraba su cuerpo hasta que la cama le fuera bien. Sólo que ahora Procustes corta y cose.
El “experto en género” más bien será un experto en sexo, es decir, que se encarga de comprobar que un atleta es del sexo de la categoría donde participa. Por lo visto, existen profesionales de esto. También hay mujeres futbolistas que quieren jugar en equipos masculinos por estar convencidas de tener el nivel físico.
Aparte, llegué a leer que Caster Semanya era cromosómicamente varón.
P.D: Viendo en uno de los enlaces los muñecos que les dan a los nenes de esa guardería, ¿no creéis que son un poco tristes? Quiero decir, como han sido hechos evadiendo no sólo connotaciones sexistapatriarcalfalocráticas, sino también roces etnicorracialclasistas, llegan a tener casi tan poca gracia como los putos muñecos de los semáforos, que algunas lumbreras de este país también consideraron sospechosos de tener pene (y ni siquiera tienen ojos, los pobres…).
Makod: Estamos de acuerdo. Hay que señalar las diferencias, hay que celebrarlas, hay que regocijarse en ellas, y luego hay que asegurarse de que todos tengamos idénticos derechos y oportunidades. Todas estas mierdas de «lxs vecinxs aquí reunidxs» son esconder la cabeza en la arena pretendiendo que el problema no existe. La corrección política es así: puede haber toda la homofobia que se quiera mientras nadie diga la palabra maricón en TV.
Ozazúnest: de acuerdo. A mi lo del ministerio de Igualdad me parecía una aberración, porque ya hay un ministerio de Asuntos Sociales y la igualdad y la no discriminación es un asunto social. Y ese ministerio no consiguió más que ponerse en ridículo y dinamitar para siempre la imagen del feminismo serio, dando voz a cualquier tarado que se aferró al movimiento para tener un sentido de pertenencia.