Fecha estelar: 17020
Se habla mucho de la familia elegida, de la importancia de aquellos que encontramos y hacemos de nuestra tribu, nuestro clan, frente a aquellos que nos tocan en el azar de la genética, con los que no compartimos mucho aparte de unos cromosomas y el entorno común de nuestra niñez. Es un tópico, pero pienso que las cosas que llegan a serlo lo consiguen porque hay un núcleo de veracidad y utilidad, por más que otras veces nos lleven a error.
El pasado fin de semana estuve en el pueblito de Rota, en Cádiz, con mi amiga del alma Alba Sotelino, para participar en el Rota Ciencia, un evento de divulgación en el que pasamos un día entero entre charlas y aprendizajes de diferentes disciplinas.
Alba y yo quisimos hacer una cosa que no se había hecho hasta ahora, que yo sepa, en divulgación de psicología. Queríamos mostrar cómo se analiza y cómo se interviene en un caso desde el análisis del comportamiento, y elegimos un caso de piromanía, basado en uno del libro de Rafael Jiménez Nuevos casos clínicos abordados desde ACT (reseña aquí). Y como somos unos mamarrachos, decidimos teatralizar cosas como la recogida de información, o la devolución del análisis funcional y la explicación de las pautas.
Y yo creo que la verdad es que fue una pasada. Porque creo que nos salió una charla muy clara, original y divertida, y muy especial porque era la primera vez que Alba hacía una de estas y se comió el escenario, yo sólo tuve que hacerle los coros. La gente nos devolvió unas impresiones buenísimas, y la verdad es que fue un día inmejorable. Pero inmejorable.
Para el año que viene, si nos llaman de nuevo, he tenido como idea una cosa llamada El Romancero Operante. Ya veremos.
Pero no sólo fue un evento absolutamente espectacular en lo divulgativo, es que además disfruté de una hospitalidad, una acogida y un cariño que no puedo dejar de contar. Después de un viaje de mierda gracias a Vueling, que pudimos salvar, Alba y su pareja me llevaron a ver la puesta de sol en la playa bebiendo tintilla roteña en bolitos, comiendo queso del Bucarito con picos y haciendo fotos como la que véis más abajo. Si parecemos sandías es que somos felices.
Y mucho más, porque me llevaron a cenar pizza a la roteña (con mayonesa y ketchup), porque la influencia de la cultura de la base americana es enorme, y de hecho la semana que viene hay un Festival de la Pizza en Rota. Al día siguiente, en el evento, nos llevaron a comer al Ayuntamiento, que está en el Castillo de Luna, y nos dieron un tour por el mismo, hasta por el despacho del Alcalde, y comimos cosas ricas como el arranque roteño (que no es un salmorejo aunque es una buena manera de acercarse a lo que es), y las vistas son increíbles. Y luego me llevaron a cenar urta, que es un pescado típico de allí que está de muerte, y después nos fuimos por ahí a tomar algo con la promesa, que no se llegó a cumplir, de que iríamos a Los Arcos «a ver a los americanos», como uno va al zoo a ver algo exótico. Y todo el tiempo cariño, hospitalidad y solazo.
Y al día siguiente desayunamos en el Starbucks de Aliexpress que hay allí, y me llevaron a ver la base y de verdad, qué fantasía 😀 Es un lugar tres veces el tamaño del pueblo, con urbanizaciones enteras de casas trasplantadas directamente desde EEUU, y todo montado para ser un microcosmos del que los militares no tienen por qué salir si no quieren. Y luego llegar al aeropuerto de Jerez, comerme otro retraso de Vueling, y llegar a casa.
Y al final la familia es eso: es la gente que te mete en su casa, te presenta a los suyos, te lleva a sus sitios, te abre las puertas de su vida y te invita a que te metas hasta la cocina, y más aún cuando hablamos de personas que hemos conocido por las redes sociales y que, aunque hablemos muchísimo, en realidad nos hemos visto en persona cuatro veces, y es como si siempre hubiéramos sido amigos. Y es genial.
Asi que gracias, Alba, de corazón, gracias, Eugenio y organizadores del Rota Ciencia, gracias Rota. Ha sido una experiencia que quiero repetir. A fin de cuentas, me han quedado un montón de cosas por ver y hacer.
En otro orden de cosas, os recuerdo que la semana que viene, el fin de semana, estaremos todos en el Psicofest en Granada, que va a ser la recontrapolla, un desfase y una locura. Yo estaré el viernes 24 en un coloquio en la UGR con otros compañeros y compañeras de lo mejorcito, y haré una ponencia sobre persuasión el sábado 25 a las 16:00, y me volveré a encontrar con mi querido David Saavedra el mismo día a las 18:00, todo ello en el Kinépolis Nevada. Va a ser una putísima locura. Locura divulgadora de psicólogos, entiéndase.

Si no os acordáis de la charla que ya mantuvimos con David Saavedra, aquí tenéis el enlace para refrescar. Ya tenéis para un rato.
ESTATUS
Trabajando: Mucho mucho trabajo, y el Proyecto de la Muerte un poco en standby, pero no olvidado. Pero es que hay MUCHOS PROYECTOS
Escuchando: Me ha dado por escuchar mucho a la Credence Clearwater y, además de sus temardos, pues la verdad es que hacían unas versiones de flipar, como esta.
Por otro lado, os dejo este otro temazo porque sí. No es la versión del disco, es una versión de la grabación.
Jugando: Estaba revisitando la serie de Arkham, y he llegado hasta el Arkham Knight. Es como llevar un jersey cómodo y cálido, y no dejo de descubrir detalles increíblemente curiosos que me recuerdan el amor y el cariño que se le ha puesto a este juego y a toda la serie.
Por otro lado, como los mandos de la Switch nos daba problemillas, compramos un mando estándar con cable y hemos vuelto a conectar la Switch a la TV. Y nunca llegué a acabar el Breath of the Wild. Igual puede ser el momento. En algún momento.
El rol sigue dando alegrías. Tengo mucha suerte con mis dos grupos de jugadores.
Leyendo: Mucho análisis funcional, pero por trabajo. He leído un montón de cómics de los Ultimates, pero no sé por qué me he parado. La pila de pendientes es tremenda. Veo poca ficción pero poco se puede hacer por ahora.
Comiendo: Comida roteña y echándola de menos.
Viendo: Hemos acabado The Last of Us. Como historia, muy superior al videojuego. También estamos al día con Picard. A ver cómo va, es TNG 2, casi.
Esta última temporada de Picard está siendo una pasada. ¿Has visto Star Trek Strange New Worlds? Una maravilla. Bueno, también puede ser que soy chico fácil y me gustan muchas cosas.
Sí sí, ambas son una pasada. 🙂
Que envidia de Rota…El Puerto de Santa María está al lado y somos una lisa mojonera a su lado….
Quillo, tampoco te castigues tanto XD El Puerto tiene su aquél.