El otro día puse un pequeño acertijo, basado en un experimento psicológico clásico (cuya referencia he buscado sin éxito), una de estas cosas que lees durante la carrera y que se te quedan.
Hay una respuesta a la pregunta «¿Por qué corre tantísimo el gatete?», pero el experimento mostró que la respuesta lógica no era la que daban los participantes.
La única respuesta posible, dada la información que proporciona la foto es «Y yo qué demonios sé.» No podemos saber por qué corre el gato con la información que tenemos. Sin embargo, a nadie se le ocurre. Cuando se nos hace una pregunta, tendemos a inventar cualquier cosa antes de reconocer que no lo sabemos.
Es más, un porcentaje significativo de las respuestas probablemente se basaran en atribuir al gato una conducta humanoide. Casi la mitad de las respuestas atribuyen al gato motivos humanoides, que un gato no puede tener. He recibido respuestas en este blog y en Facebook, para un total de 36. 16 respuestas han sido «humanoides», el resto han sido «felinamente viables.» 😀
Los seres humanos somos muy malos con la incertidumbre, y tendemos a rellenar todos los huecos posibles con nuestras historias, ideas y soluciones. Esto a menudo nos lleva a tomar decisiones erróneas porque una vez decidimos algo, nos aferramos a ello incluso si aparece evidencia que desmonta nuestra explicación. Y tendemos a atribuir motivos a los demás basados en los nuestros… incluso si no son humanos 😀
Esto es especialmente importante: cuando tratamos de leer las mentes de los demás, en realidad leemos la nuestra. Y ni siquiera somos muy buenos en eso.
De todos modos, ahí tenéis la solución. Más fácil habría sido si hubiera usado esta foto:
Leñe tronco, tendrías que haber dicho que no era un gatete sino una especie de Taun Taun.
¿Y no se te ha ocurrido deducir también que los que piensan «Yo qué cojones sé, vaya estupidez de pregunta» ni siquiera se dignan en contestar? XDDD
Los que no contestan no participan. Sobre los que no participan, no podemos sacar datos. Así son las cosas 😀
Si sabía yo que era un experimento… a mi me la vas a dar con queso xD
Anda que yo disimulo mucho.
Además, no es un experimento en sí. Es sólo una réplica casera e informal de un experimento de verdad. 🙂 Es básicamente inofensivo, y no hay más cera que la que arde, pero es divertido ver como, en efecto, hacemos lo que sea antes de decir «No lo sé.» 😀
Pero lo divertido es ser creativo y montar una historia a partir de tan poco. Supongo que depende tanto del punto de vista del que «hace el experimento» como del «sujeto experimental»…
Pero nena, no hablamos de si es divertido o no 😀 Hablamos de lo que hacemos los seres humanos con información insuficiente, y como eso afecta a la toma de decisiones.
No rellenamos los huecos porque es divertido. Los rellenamos porque la incertidumbre nos provoca una ansiedad intolerable. El eliminar esa ansiedad nos provoca placer, y por eso nos parece divertido. Es lo mismo que una reacción fóbica.
Pero mira, te propongo otro ejercicio: juega un rato al Canabalt (está en una entrada con ese nombre) y dime qué crees que está pasando ahí.
Mira, podría hacer una entrada sobre la hipótesis de Dennett del «cerebro perezoso» para explicar ciertas capacidades de la conciencia. Y sería la hostia. ¡Pero es que tengo que trabajar, coño! Hala, apuntado.
Si el «estudio» lo hubieras hecho en otras condiciones, no te digo que no. Pero en tu blog, teniendo en cuenta la panda de frikis y pirados que te leemos, y poniendo la foto de un gatete (con lo que tienes en casa)… Yo creo que se tercian más bien las respuestas surrealistas 😛
Y en vez de poner siempre excusas, escribe esos posts!! 😛
Esto no es un estudio, de nuevo. Es algo informal y casero. Y ha funcionado.
Re: el público. Lamento decirte que no sois tan raros ni tan poco representativos como creéis 😀 De hecho, las respuestas van el línea con las de la población del experimento.
Las entradas están en borrador. Irán saliendo, no te preocupes.