Bueno, o no. Quién sabe. ¡Feliz Año Nuevo!
Ya, ya lo sé. Hace muuuuuuuchos meses íbamos a hablar de toma de decisiones. Eso fue en mayo, y estamos en enero, y han pasado 7 meses, más de medio año, y qué le vamos a hacer. Pasaron otras cosas, buenas en su enorme mayoría, y el blog languideció, como ha pasado otras veces, y como quizá vuelva a pasar. Quién sabe.
Una de las cosas que pasaron es que mi práctica como psicoterapeuta ha crecido considerablemente, especialmente en el área de terapia de pareja. De modo que he dejado de recibir pacientes en mi despacho en casa, he alquilado un despacho molón, y me he puesto muy al día y he estudiado mucho sobre terapia de pareja. Y esto me ha hecho darme cuenta de que muchas de las cosas que pensamos y hacemos sobre nuestras relaciones están mal. De hecho, muchas cosas que pensaba sobre terapia de pareja estaban mal. Y he decidido contar algo de lo que he aprendido aquí.
Como suele ocurrir, se dicen muchas tonterías, y los expertos que salen en la TV explicando lo que hay que hacer para tener una relación sana a menudo lo que hacen es dar opiniones. Opiniones informadas por haber tratado muchas parejas en ocasiones, sí, pero opiniones. Y los psicólogos podemos hacerlo mejor que eso. Para dar opiniones cuñadas, están los coaches y los tertulianos, si es que se puede distinguir uno de otro.
En las siguientes entradas, que irán saliendo con la regularidad a la que estamos acostumbrados, nos referiremos sobre todo a la obra de John Gottman y Robert Levenson, los primeros psicólogos que han estudiado de manera rigurosa y científica la relación de pareja, llegando a poder predecir con un 94% de acierto si una pareja se divorciará en un plazo de 3 años. ¿Suena a magia? Es ciencia.
Habrá otros autores presentes, que también han tenido algo que decir e investigado de modo riguroso qué es una relación de pareja. Y veremos que hay cosas de sentido común que, en efecto funcionan (y no hacemos, porque es que nos gusta jodernos la vida), y como hay otras muchas cosas que damos por sentadas y que, en realidad, son una pila de bosta.
Por ejemplo, pelearse no tiene por qué ser malo en absoluto. Es más, las peleas de pareja son necesarias para una buena relación. Quién lo hubiera dicho. Hay truco, claro, pero las lentejas de Año Nuevo me esperan.
Feliz 2016. Veremos si podemos hacer algo para que lo sea.
Esto es un teaser trailer donde los haya… 😀
¡Pero no nos deje con la intriga! ¡Cuéntenos algo más! xD
Ya tenéis más.
Ya estoy en ello. Curiosamente, explica muy bien la debacle de ciertos matrimonios que he visto de cerca.
Algo he aprendido en 2015. XD
Pregunta random, ¿qué le pasó a tu twitter?
P.D.: Se agradece tu vuelta
¡Hola!
Que Twitter es un cáncer para el cerebro y el alma, por razones que elaboraré un día de estos, y decidí borrar mi cuenta. Facebook es lo siguiente 🙂
Gracias por el saludo. Un abrazo.
¿Google+ es lo tercero? ¿O ni eso?
No tengo idea de dejar Google+ porque, precisamente, su funcionamiento evita todas las cosas malas de Twitter y Facebook. Me parece la red social más provechosa de todas.
Muy curioso. Yo abandoné Facebook y nunca he tenido Twitter. Google+ es la única red social en la que participo. Así que mira, ya tienes tema para otra entrada cuando termines con la serie actual ;).