El otro día encontré una curiosa extensión para Chrome que se llama Death Clock. Lo que hace es que sustituye la página inicial cuando abres una nueva pestaña con el tiempo estimado de tu esperanza de vida. De este modo, cuando abres una pestaña nueva, ves algo como esto en vez de tu página de inicio habitual:

Me hizo gracia porque me recordó al instante al memento mori de los romanos, que es una idea muy presente en el pensamiento estoico. La idea de que, ante la brevedad de la vida, no hay mejor cosa que enfocarse en el momento presente y en lo que estamos haciendo. Vamos a citar a Séneca:
Mientras posponemos, la vida pasa por nuestro lado. Nada, Lucilio, es nuestro, excepto el tiempo.
Séneca el Joven, Epístolas a Lucilio.
La terapia cognitiva se apoya enormemente en la filosofía estoica, como un modo de cambiar los pensamientos automáticos que causan la ansiedad o la depresión. O, en términos un poco más claros, modificar la conducta verbal privada del sujeto ante ciertas situaciones, provocando una respuesta emocional diferente. Además, podemos usar otras técnicas para modificar nuestra conducta, como por ejemplo ser conscientes del coste de oportunidad de lo que hacemos.
El coste de oportunidad es el coste de la alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una determinada decisión, incluyendo los beneficios que podríamos haber obtenido de haber escogido la opción alternativa. El psicólogo Shane Frederick estudió en 1991 cómo las personas decidían de modo diferente acerca de una compra. Y descubrió que, cuando se presentaba simplemente la decisión de comprar o no comprar un vídeo divertido por 15$, el 75% de las personas compraban el vídeo. Pero si se presentaba la opción como «comprar el vídeo divertido por 15$ o guardar ese dinero para otras compras», el 45% de las personas no compraban dicho vídeo.
Otro ejemplo es del presidente de EE.UU., Eisenhower (1953), describiendo la compra de un bombardero pesado en términos de cuántas escuelas (30) podían construirse con ese dinero, cuántas centrales eléctricas (2), cuántos hospitales (2), cuántos kilómetros de autopista (80), cuántos kilos de trigo (13600).
Pensar en el coste de oportunidad de nuestras decisiones nos ayuda a tomar mejores decisiones, en vez de dejarnos llevar tan fácilmente por el habito. Y no hay coste de oportunidad mayor que el uso de nuestro tiempo. Merece la pena, cada vez que abres una ventana a Internet, pensar en qué uso le vas a dar a ese tiempo. Y si te sigue apeteciendo hacer lo que ibas a hacer, entonces hazlo.
Me gusta esta extensión. Creo que se va a quedar un tiempo.
ESTATUS
Trabajo: Hoy tengo una recuperación. Ya falta menos.
Música: He entrenado con Hell of Steel de Manowar.
Leyendo: Endymion de Dan Simmons sigue dándome alegrías.
Me gusta el concepto de memento mori, ser consciente de la muerte para vivir mejor la vida, para aprovecharla mejor. Sin embargo el paso del tiempo es algo que siempre me ha generado cierto agobio.
Para mí el problema es pensar en la muerte y el paso del tiempo sin caer en la ansiedad (existencial).