Resulta que ha comenzado una polémica en las redes (fijaos, qué sorpresa) porque un mermao ha dicho una tontería (otra sorpresa) criticando el acento andaluz de la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno (sin precedente). La lista de sorpresas es, por tanto:
Un mermao ha dicho una cosa mermada. La cosa mermada era una crítica al acento andaluz, en la línea de que hablar con acento es hablar mal, que es algo que pasa cada tanto. Un tuitero ha preguntado a Pérez – Reverte si es racismo lingüístico el que cada vez que escucha el acento de la ministra le da un tic en el ojo. Como suele pasar con las preguntas del tipo «¿Soy racista / machista / xenófobo / facha si <INSERTE CONDUCTA DISCRIMINATORIA AQUÍ>» la respuesta de Pérez – Reverte fue que claro que sí, y que una cosa es el acento andaluz y otra cosa es hablar mal. Se ha liado un follón muy grande en Twitter y otras redes, que es algo que no había pasado nunca antes, y han empezado a aparecer vídeos de gente que conozco usando el hashtag #yohabloandaluz y hablando con su acento andaluz y explicando cosas que no requieren justificación alguna, como que son andaluces y doctores en ciencia, investigadores, y en general, gente culta, inteligente y estupenda. Que es como me he enterado de esta historia.
No critico el que amigos estupendos hagan estos vídeos reivindicando nuestras expresiones y acento, porque la verdad, considero que no hay nada que defender. El acento es un mero componente de la conducta verbal, que no tiene nada que ver con la corrección de lo que se dice, ni con la inteligencia del hablante, ni nada de eso. Esto lo sabe cualquiera con dos dedos de frente, y la conducta de criticar el acento señala más al que critica que al criticado, porque yo no soy más listo ni más tonto por tener acento de Graná, pero si tú consideras que valgo menos por mi acento estás evidenciando que eres un gilipollas nivel industrial.
En algunos de estos vídeos se llegaba incluso a justificar el no tener un acento más cerrado por llevar tiempo viviendo en otros sitios, o por el origen de los padres de uno, o mil razones más, que considero que es un error porque es entrar a hacer el juego de los que critican, ya que insisto, no hay nada que justificar. Tú tienes el acento que tienes como consecuencia de tu historia de aprendizaje, y ya está. Si a alguien esto le parece mal, puede atragantarse comiéndose siete camiones de pollas.
Como yo entiendo que no tengo que justificar mi acento en absoluto, pensé que podía aportar algo más subiendo una breve explicación desde análisis funcional de la conducta de criticar acentos, y la ventaja de tener un acento como estímulo discriminativo de la conducta de ser gilipollas, porque en realidad lo que yo digo sobre el acento andaluz es aplicable a cualquier acento. A fin de cuentas, igual que hay gilipollas que critican el acento andaluz, pasa lo mismo con el vasco, el galego, el catalán, el extremeño y cualquier otro. En todas partes cuecen las mismas habas.
Este vídeo es más largo que el que subí a Twitter que es más largo que el que subí a Instagram, porque ambas plataformas tienen restricciones de duración y tuve que cortar. Este es el vídeo original, que dura tres minutos, en mi canal de Youtube.
BOLA EXTRA
Os dejo este estupendo artículo de María Xesús Froxán, que es una psicóloga a la que admiro muchísimo. Con el título Psicología y coronavirus, explica qué podemos aportar los psicólogos en esta situación, qué ideas comunes son contraproducentes, y cómo tomar todo esto. Dejo una cita del final.
En definitiva, la ciencia psicológica podría contribuir al éxito en la resolución de los problemas originados por la pandemia con tres tipos de acciones:
1.- En primer lugar, y fundamental, frenando la patologización de las consecuencias del confinamiento que se está practicando, tanto desde los medios de comunicación, como desde las instituciones oficiales.
2.- En segundo lugar, proporcionando a las instituciones responsables directrices para la difusión de (a) estrategias de adaptación sanas a dicho confinamiento y (b) preventivas de posibles trastornos psicopatológicos.
3.- Y, en tercer lugar, proponiendo estrategias para el mantenimiento del cambio en las conductas individuales que favorezcan la salud e impidan la propagación del virus una vez que comience la desescalada.
María Xexús Froxán, en el blog de Roberto Colom.
ESTATUS
Jugando: El Deus Ex: Human Revolution (Director’s Cut) empieza muy bien, con una historia y una ambientación muy interesantes. También es que el cyberpunk me gusta más que a un tonto un lápiz rojo.
Viendo: En la línea de amor cyberpunk, Carbono Modificado sigue adelante, y soy fan absoluto de Poe, la IA que controla el hotel. El protagonista me da un poco más igual, y el resto del reparto cumple su papel arquetípico, pero bien.
Escuchando: Corrijo trabajos escuchando el Cage the Elephant, de la banda del mismo nombre. El mejor tema, que es por lo que les conocí, Ain’t no rest for the wicked, que es la historia de mi vida.
Escribiendo: Empecé a escribir un esquema de libro. Luego lloré y lloré y lloré. Es broma, los estoicos no lloramos 😀
Leyendo: A ritmo glacial, How to take smart notes que se mete en la psicología del aprendizaje y por qué los profesores lo hacemos mal al preparar materiales súper bien estructurados, y que me da la razón y me gusta. Probando poco a poco la metodología en esta página web que he descubierto, y sobre la que escribiré un día (jajajajaja). También leo rol, y las 439 páginas de Más allá de las Montañas de la Locura me miran con tristeza y acusándome.
Oh yeah! (Con asento d’aquí)
Genial.
Un detalle chorra (y cuando lo solventes, puedes borrar impunemente este comentario):
el enlace a la web está mal. Has puesto http://roamresearch.con/ y es https://roamresearch.com/
¡Hecho! Muchas gracias 🙂
Jaajajajajaja, fantástico. Yo tengo la misma apreciación sobre el ‘miarma’. Herencia desde abuelos maternos, es una coletilla que me sale de forma inconsciente. En cuanto veo el microgesto en la cara de mi interlocutor, adivino el porcentaje de gilipollas que le compete. Y curiosamente, se me da mucho en otras provincias andaluzas.
¡Amén!
Y como gallego, anda que no he visto todo esto. Con la diferencia de que en Galicia la mayoría ya han llegado a asumir que tener acento y aún más, hablar gallego, está mal. Hasta la TVG desde Fraga intenta evitar el acento gallego ¡hablando en gallego! y así nos va.
Que gran ets Ramón!