Mi buen amigo Darío Pescador me entrevistó el otro día para su sección en ElDiario.es, acerca de los hábitos y cómo se cambian y si la gente puede cambiar en 21 días como dicen los cuñaos de internet, o qué. En un sorprendente giro de los hechos, los cuñaos de Internet se equivocan.
Lo cierto es que se puede cambiar de golpe, o se puede cambiar poco a poco. Y todo puede ser útil: el moldeamiento por aproximaciones sucesivas, donde reforzamos aproximaciones cada vez más similares a la conducta objetivo, es útil. Pero a menudo cambiar el contexto para iniciar un cambio radical también ayuda.
La clave aquí es entender que nuestra conducta es una función de nuestra interacción con el contexto en el que vivimos: esto es, nuestra conducta sirve a una función, siempre, y si hacemos algo es porque obtenemos algo de nuestro entorno o evitamos algo de nuestro entorno. La gente no hace cosas «porque quiere», y esa es una idea nefasta que sirve para desplazar a menudo la responsabilidad desde el entorno y las condiciones del individuo, al propio individuo. No es tu entorno el que te lleva a tener ansiedad, o a consumir droga, es algo que hay en ti. Es perverso.
El Doctor Nicholas Kristakis encontró que, cuando una persona engorda, sus amigos tienen el triple de posibilidades de engordar. Los hábitos se contagian, las conductas se imitan y se contagian. Creemos que elegimos y, a menudo, no es así.
Podéis encontrar la entrevista en el enlace al final, como de costumbre.
ENLACES
Hola Ramón, ¿qué tal estás?
Acabo de leer el artículo en El Diario y me ha molado mucho. Me queda una duda de una de tus afirmaciones al final. Esta concretamente:
«[…] la idea de que el ludópata o el obeso lo son porque tienen una debilidad de carácter o un defecto en la personalidad es bastante improbable.»
¿Hay alguna investigación, o se manejan algunos números de en qué porcentaje este tipo de conductas son propiciadas por el entorno, y en qué porcentaje por otro tipo de factores, sean los que sean?
Cualquier cosa que me sepas aclarar sobre esto, o por donde buscar más, me harías favorazo 🙂
1 abrazo!
Te recomiendo, entre otros, el excelente trabajo de José César Perales en ludopatía, y de Elisardo Becoña en adicciones. Es un tema que dominan extensamente.
Gracias por la respuesta Ramón. Continuo indagando por ahí.
¡Buen fin de semana! 🙂
Hola Ramón! Te felicito por todo el curro que te pegas y gracias por ser tan claro en todo lo que explicas. Desde que te leo me estoy reencontrando con la psicologia.
Me queda dando vuelta un pensamiento despues de leerte. Si bien entiendo que gran parte de la conducta viene influenciada por el contexto, ¿podria ser este enunciado perjudicial para aquellos que quieran cambiar pero tengan un fuerte locus externo en sus atribuciones?
No, porque conociendo las relaciones entre estímulos y conductas, podemos modificar nuestro entorno para conseguir los cambios que deseamos.
Lo del locus interno y externo es una explicación que nos damos acerca de las contigencias de nuestro entorno, sin más.