La foto de cabecera es de Corey Hearne en Unsplash.
A menudo me pregunto si la divulgación es realmente importante. En ocasiones alguna persona me ha comentado si puede ser que los eventos de divulgación tienen el problema de ser demasiado para los de la tribu, si realmente tenemos alcance porque al final parece que público y ponentes somos siempre los mismos. Y yo no sé decir seguro si sí o si no. No lo sé. Tampoco sé si el tiempo que he invertido en discutir con gente en redes sociales es útil, además de divertirme. Una respuesta intuitiva sería que no.
He estado unos días de ayuno de redes sociales, y la verdad es que le veo un montón de ventajas. Y sin embargo, debido a que a veces llegan ofertas de proyectos interesantes, sí tengo activadas las notificaciones vía email de mensajes directos y cosas así, en caso que haya algo que responder. Y me encuentro con esto.
No conozco a esta persona. No recuerdo la discusión con esa persona. No tengo idea. A veces llegan mensajes de gente que no conoces, agradecida por el trabajo que haces. A veces (pocas) te reconocen, y puede ser hasta divertido, como el taxista en Granada que no me quiso cobrar. A veces te recomiendan a otras personas. A veces, por supuesto, te recomiendan que te calles, o que te tires por una ventana. Pero nunca algo tan desgarrado como esto. Se me escapó más de una lágrima leyendo esto. Porque cuando un cliente te agradece el estar mejor, no es una sorpresa. Le has acompañado, sabes lo que sucedió. Nada de esto te puede sorprender.
Por otro lado, al poco de recibir lo anterior me llega esto por el formulario de contacto del blog:

Esto es, quizá, menos dramático, pero no por ello menos bonito. Y le da un sentido estupendo al trabajo de mantener, aunque sea irregularmente, este blog. Y es lo que siempre digo: por muy ingeniosos que podamos ser en redes sociales, por mucho que nos peleemos contra el interfaz de Twitter para tratar de preservar hilos y demás, la realidad es que lo que escribimos en redes sociales es efímero, o al menos difícil de buscar e indexar. En eso el blog sigue siendo imbatible. Alguien puede llegar, leer algo que escribiste hace mucho, y sigue siendo fácil de localizar.
Supongo que puedes dar todos los flames por buenos cuando te dicen algo así. De modo que gracias, desconocidos. Me alegrásteis unos días bastante jodidos.
En otro orden de cosas, Victòria me regaló un kit de construcción de libretas de una tienda maravillosa que hay en mi barrio, que se llama La Frivé. A mí este tipo de sitios me parecen más sexy que un sex-shop. Y la Carla es un sol, y amiga de Yeray porque el mundo es un pañuelo.
El caso es que esta mañana hemos empezado a hacer los cuadernillos y las tapas, le hemos dado la primera cola y se ha secado mientras comíamos, y ahora acabamos de terminar de montarlo todo. Estoy muy emocionado. Es una cosa muy chula, muy sencilla y muy satisfactoria, como suele ocurrir con el trabajo manual.
El otro día pasé un largo rato hablando con Uriel Lizama, que es un muchacho muy simpático que me contactó desde México (¡el libro ha llegado allí!), y me invitó a su podcast Entre humanos. Son como dos horas de conversación, y podéis encontrarlo en el siguiente enlace.
Oye, igual hemos conseguido hacer un post sin hablar sobre la pandemia, pero hay una buena noticia y la quiero comentar: de acuerdo con Lo País hace un rato, llevamos 24 horas sin registrar fallecimientos por la COVID-19. No ha pasado todo, hay que estar vigilante, pero eh, es una buena noticia. Así que a festejar.
En breve, vamos a hablar un poco a fondo sobre propaganda y persuasión y demás. Al menos esos son los borradores que tengo. Me gustaría de verdad volver al contenido divulgativo, no tanto al contar que he dado una charla aquí o que me entrevistan allá. Que se vienen al menos dos conferencias más, una sobre altas capacidades y otra sobre creencias en mierdas aplicadas a los psicólogos Pero coño, no todo va a ser follar, como decía Krahe.
ESTATUS
Leyendo: Me he consumido un par de libros rápidos sobre entrenamiento, porque son rápidos y fáciles de leer, y porque quiero una cosa muy específica y enfocada. Pero vaya, la lista de pendientes bien, gracias.
Jugando: Un poco de Scribblenauts, juegos de mesa con las niñas. Ya llegará el momento de jugar fuerte.
Escuchando: Mientras Victòria y yo hacíamos libretas, sonaba esto en el comedor. Nunca me canso de esta mujer. Después de la playlist, mis tres favoritas.
Viendo: Pacino ha llegado al Ministerio del Tiempo.
Trabajo: Corrige, notas, actas y demás. Este verano a la vuelta de vacaciones empieza el nuevo Proyecto de la Muerte.
Tu alcance no es tan reducido como crees.
Yo he compartido tus entradas y tus vídeos a gente que no está en tu ámbito cercano, y seguro que otro montón de personas hacen lo mismo.
Que seamos un poco vagos y no comentemos tanto como deberíamos no impide que estemos ahí.
Sigue escribiendo, ayuda a mantener viva la llama.
Madre mía, que te digan eso debe hacerte brillar por dentro.
LIKE
Siempre es agradable que a uno le reconozcan su labor. Nunca podrás llegar a todos ni ayudarlos, pero oye, que uno de vez en cuando venga y te dé las gracias siempre es de agradecer para saber que le has mejorado, aunque sea un poco, la vida a alguien, o que no le hablas a la nada. Enhorabuena.
El otro día un cliente me dijo algo obvio pero que solemos olvidar: la gente suele abrir la boca para quejarse, si nos gusta algo no lo decimos tan amenudo (o por lo menos no lo repetimos tanto). Acto seguido me felicito por mi trabajo. Así que yo ahora hago lo mismo, porque tu trabajo (este blog) me ha ayudado en momentos difíciles y eso nunca podré dejar de agracertelo.
Un millón de gracias 🙂
A mí me suena mucho a esto mismo: https://pbs.twimg.com/media/EDonfrJXsAoZpRy?format=jpg&name=small
Po fale.
Hola, Ramón: en primer lugar, aclaro de antemano que mi comentario no está necesariamente relacionado con esta entrada de tu blog; leo con mucho interés cada artículo que publicas y suelo reenviarlos a otra gente. Al grano: he leído la entrevista al psiquiatra Allen Frances que enlazo más abajo, y se me ha ocurrido preguntarte -me gustaría conocer tu opinión- sobre el controvertido asunto de la relación entre psicología y psiquiatría. Reconozco que es una cuestión de amplísimo recorrido, pero si pudieras responder sucintamente (preferiría que no ocupase demasiado de tu tiempo libre), creo que sería de interés para tus lector@s.
Saludos.
«P – ¿Qué puede hacer la psiquiatría para encontrar su lugar en un mundo que la rechaza en varios frentes (por ejemplo, desde las posiciones agresivas de muchos críticos que la confunden con la industria farmacéutica y las diferentes «psicologías») y a la vez ha de enfrentarse a la realidad de los pacientes con problemas graves de salud mental?
R – El modelo para dar con una respuesta acertada es obvio. Trieste tiene un modelo no-ideológico equilibrado, de sentido común que respeta la importancia del entorno social —la comunidad y la familia— y la importancia de la psicología individual, y que no niega la necesidad de medicación. Es el equilibrio perfecto. El futuro de la psiquiatría —un futuro más brillante y más útil— es volver a un modelo biopsicosocial. Los peligros actuales son que muchos psiquiatras son reduccionistas hacia lo biológico. Y muchos no psiquiatras —psicólogos y usuarios— son reduccionistas hacia lo psicosocial. Nadie está completo sin el otro. Hay que aceptar que no hay una sola forma de ver las cosas o una talla única para todos. Hay que pensar que cada paciente requiere un enfoque individualizado, que es lo mejor para ellos. Para algunas personas, incluso con una enfermedad grave, la medicina puede no ser útil, mientras que para otros podría salvar su vida. No se debería tener una opinión ideologizada de que toda la medicina es buena o mala. La medicina que es muy útil para unos pocos puede ser perjudicial si solo se utiliza para la mayoría..»
https://www.jotdown.es/2016/03/allen-frances/
Me parece una postura muy viable y muy razonable, particularmente la última parte.