Mi amigo Darío Pescador, del blog Transformer, me ha entrevistado para su podcast, donde hablamos de por qué cuesta tanto cambiar. Y dicen que he estado más comedido que otras veces. Quizá queráis escucharlo. O quizá no. Pinchad en la imagen y descubridlo.
Por otro lado, me contactó Fermín Grodira, de Maldita Ciencia, para hablar sobre la atención y la concentración en el confinamiento. Muchas personas han descrito que desde que empezó todo esto, les cuesta la vida concentrarse. En el artículo mi compadre Eparquio señala que no tenemos datos para saber si es algo generalizado (y estoy de acuerdo), pero yo sí apunto evidencia que indica que podría haber algo de esto, que el confinamiento podría agudizar. Énfasis en podría.
Gracias a Fermín, también, me ha llegado un artículo de uno de estos medios que llevan la palabra «digital» donde un supuesto psiquiatra, neurólogo y médico de familia (ya me diréis qué pollas tienen que ver esas dos especialidades con lo que viene ahora) diagnostica de psicopatía a Pedro Sánchez, en una soflama que es un mero delirio, y que no enlazo porque en esta casa no se enlazan mierdas. Pero recordad: ningún profesional que tenga el más mínimo respeto por su trabajo y su profesión haría la mamarrachada de diagnosticar a una figura pública de la que no sabe realmente nada, en base a sus ideas políticas.
Podéis leer el artículo aquí.
«Los voluntarios son las personas más egoistas y malas que he conocido».
Pensarás que estoy loco, pero trabajé contratado en Cruz Roja y DYA, y son los trabajos donde más mobing, críticas por la espalda, traiciones y envidias he visto…no soy psicólogo, no tengo ni idea de por qué muchos voluntarios son déspotas, falsos, y envidiosos, pero daría para escribir un buen artículo…mi teoría es que muchas personas, se meten a hacer voluntariado para satisfacer sus necesidades de aprobación propia y ajena, necesitan que les reconozcan su buena labor, pero a la vez, tienen miedo y envidia de que otros se lleven el protagonismo por hacerlo mejor..necesitan ser el centro de atención y sentirse realizados, necesitan autoconvencerse de que son buenas personas y hacen algo altruista por los demás, aunque la realidad, es que lo hacen por ellos mismos…además de que muchos lo hacen con la intención de conseguir un futuro puesto remunerado. Es un tema poco conocido del que nadie habla, pero daría para escribir un extenso, polémico y controvertido artículo..me encantaría que tú, que eres un crack, investigases sobre lo que te cuento y escribieses sobre ello…y pensarás : ¿Y qué cojones tiene que ver mi artículo con lo que éste tío me cuenta del voluntariado?..
Pues nada, pero me gustaría que algún psicólogo se documentase y hablase de ello…un saludo
Bastante de acuerdo con Aitor. Ocurre igual en los partidos políticos. Detrás de muchas actitudes APARENTEMENTE altruistas hay profundas carencias de carácter y de personalidad.
En la Argentina, tuvimos a un comunicador social (médico pero que conduce un programa de política en un canal de cable), Nelson Castro. En un alarde de falta de ética profesional y de clarividencia metafísica, diagnosticó a la entonces presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) con el «sindrome de Hubris» (¿?)
Eso no existe.