
Dedicarme a la divulgación me ha dado la oportunidad de conocer a montoneras de personas, muchas de ellas maravillosas. Pero entre todas ellas, una de las más bonitas es Olga Ayuso, periodista modelo y una persona que ha hecho más por la divulgación de la psicología que la mayor parte de los que nos dedicamos a esto. Y de hecho se lo reconocieron en el último SAVECC pre-pandemia. Pocos premios recibe para lo que merece.
Una de las cosas por las que la quiero mucho es porque, en los dos libros que he escrito, Olga se ocupó de la corrección de estilo en ambos casos, con mimo y cuidado y rapidez. Las erratas que quedaron son responsabilidad mía, pero mucho de lo bueno es cosa suya. Repito que, a su vez, Olga ha sacado un libro maravilloso llamado Mapa para elefantes blancos que todos deberíais leer.
Olga me ha invitado en otras ocasiones a su programa, Las Perras de Pavlov, y con motivo de haber sacado el segundo libro a la venta, me ha hecho el honor de llamarme de nuevo para hablar de persuasión y de cómo compramos la burra. Y aquí lo tenéis, fresquito de antes de Semana Santa.
Las Perras de Pavlov: Persuasión. Con Ramón Nogueras (08/04/22) | Canal Extremadura
Estuvimos en Estambul esta Semana Santa, y sigue siendo una ciudad fascinante, que nos encantó volver a visitar. Es una ciudad que consigue ser y no ser exótica, dependiendo de si estás en una calle o en otra, (y también está muy occidentalizada en algunas cosas). Además, el hotel estaba por la zona de la plaza Taksim, que no visitamos en el viaje anterior, así que vimos cosas nuevas, aunque también hay lugares a los que quieres volver porque sabes que será igualmente gratificante. Ojo con los avisos en el tranvía sobre el tema del manspreading. Las fotos son vía Victòria, que es quien las hace bien. Dos días antes de la intervención no dan para mucho turismo, pero pateamos un buen montón de kilómetros, nos dimos un homenaje en un hammam, tomamos mucho té de manzana de allí que es como heroína, y golismeamos todo lo que pudimos.





Las fotos posoperatorias son, me temo menos interesantes. Ahora soy básicamente un prisionero de guerra, con la cabeza rapada y una barba salvaje y trasquilada. En el hospital no se preocuparon de afeitar con cuidado 😀 Mañana me arreglo la barba, que el sábado es Sant Jordi, y tenemos que estar presentables. Y me tengo que acostumbrar a llevar sombrero un par de meses y oye, quién sabe si el hábito se quedará o no. Ya veremos.
¿Cómo, que no os habíais enterado de que estaré firmando libros en Sant Jordi como si fuera un autor? Pues si os lo perdísteis por no estar pendientes de Instagram y Twitter (bien hecho), aquí os dejo el cartel tan molón que se curraron en Kailas para anunciar los dos eventos. Dos firmas, dos. Y si tengo suerte, conseguiré que Pedro Torrijos me firme también su libro, que es una pasada. Sant Jordi es una de mis fiestas más favoritas del mundo, y disfrutarlo como autor por primera vez será muy especial.
Habrá fechas para la Feria del Libro de Granada (21 de mayo) y la de Madrid (11-12 de junio), pero las iré repitiendo aquí porque estas cosas se olvidan luego y vienen los lloros.
Además de ser una fotógrafa de la polla y la clase de persona que acaba por dar coraje a base de hacer bien todo lo que se propone, Victòria también escribe que te cagas. Por eso es la autora de los epílogos de los dos libros que he publicado. Victòria tiene una tiniyletter, una especie de newsletter en la que estamos 30 colegas o así, donde va escribiendo cada día un email corto y le podemos contestar simplemente contestando el email, pero no es una red social en tanto que no podemos ver las respuestas de los demás, ni siquiera quién está suscrito. Cada día, en un horario más o menos aleatorio de la mañana, nos deja algo. Con muy buen sentido, me pidió que no pusiera aquí el enlace para suscribirse, porque quiere que siga siendo eso, una lista de correo para sus colegas, y huye de cualquier cosa masiva (cariño, retoma el blog). Pero sí me dejó copiar este fragmento de la carta de hoy, donde habla de las relaciones humanas en estos tiempos con la metáfora de los nudos (las personas que nos importan), los acordeones (las redes sociales que nos conectan de una forma tenue y superficial, sustituyendo calidad por cantidad), y el slime (toda la gente con la que rozas en redes pero que no son de verdad para ti. Qué pedazo de artista.
A veces observo a mis hijas y pienso muy fuerte en que ojalá pudiera prevenirlas de esto; de la avalancha que se les viene y la cantidad de frustraciones que ello conlleva.
A ti te conocí por internet, directa o indirectamente. En una lista de correo, en haiku, en IRC, en facebook, en twitter, o nos presentó una persona a quien había conocido, directa o indirectamente a través de una de ellas. No creo que jamás leyeras mi blog que está ya datado con carbono 14. Sé que no nos conocimos en la escuela. Y es bonito haber sacado nudos de todos esos acordeones. Pero estoy un poco cansada. Porque aunque para mí seas un nudo (ojo, que no creo que tenga que ser algo recíproco; aquí no hay deberes) lo que no nos cabe es estar presentes siempre. Cómo está tu familia, cómo te va en el trabajo, qué tal tu espalda, qué serie me recomiendas, qué tal tú, toma esta taza de té y me cuentas.
Lo echo de menos. La cercanía y el cariño y el cuidado y la preocupación, el vivir a base de metadona social.
Tal vez por eso escribo esto. Para volver al uno a uno. Para apretar un pelín mis nudos.
Por @nurnoteson
Qué bonito es esto.
ESTATUS
Jugando: Me he acabado el Deathloop, y la verdad es que es un juego excepcional. Si bien la libertad de acabar el juego a tu manera es ilusoria, lo cual es inevitable dadas las restricciones del medio, el camino de investigar, recoger pistas, e ir encajando cuidadosamente las piezas para que los Visionarios estén en el lugar y momento necesarios para poder matarlos a todos en un solo bucle perfecto… ha sido muy satisfactorio. Y además, como pasa en Dishonored, el equipo ha conseguido que el mundo (en este caso la isla de Blackreef, como hicieron con la ciudad de Dunwall), cuente sus propias historias con multitud de pequeños eventos, notas, registros, graffitis, conversaciones y demás que arrojan luz sobre personajes secundarios, la vida en ese lugar tan raro, y que muchas veces son simplemente sorprendentes y maravillosas. Que juguéis al Deathloop, y ya está.
Escuchando: Nada en concreto, y eso me pone triste.
Leyendo: Estoy flipando con al autobiografía de Bruce Dickinson What does this button do? De verdad, es como Victoria, qué coraje da un tío que lo hace todo bien. Súper recomendable. También he repasado el Manual de vida de Epicteto. Qué maravilla que es.
Trabajando: bueno, me queda un TFM por acabar. Pero lo demás, en lo normal. Y sólo 4 semanas hasta acabar las clases.
Escribiendo: esto.
Viendo: Hemos empezado Lower Decks, y tiene pinta de ser algo simpático. Estamos siguiendo Picard, y odio el puto psicoanálisis. La Federación es conductista o no será.
Yo acabo de ver esto porque voy con retraso y ni sabía que te habías operado, que ya te habrá crecido hasta el pelo. Te adoro.
ヾ(˙❥˙)ノ