La prensa española sobre la Diada catalana se puede resumir en:
«Os insultaremos hasta que queráis quedaros con nosotros.»
Muy bien, España. Muy bien.
En el fondo, esto no es nuevo. Es como se hace la política desde hace siglos aquí.
Hablando con mi amiga Marisa, se me ocurre que, en el fondo, el tema de Cataluña es similar a lo que pasaba en Flandes siglos ha. Es la manera española, o castellana, o lo que sea, de hacer las cosas, donde el compromiso, el acuerdo y la negociación son de poco hombres, de afrancesados, y no se hace. Tiene que ser todo por mis cojones, hasta el fracaso y la ruina que siempre, siempre, es lo que acaba pasando.
Tienes un Imperio sin precedentes, que empequeñece al romano, donde la mitad son protestantes y la mitad no. Los protestantes tienen pasta, recursos, son gente a la que merece tener dentro, y además ya tienes unas posesiones de ultramar que dan plata a espuertas de las que has de ocuparte.
¿Qué haces? ¿Negocias, seduces, incentivas que se pongan en tu lado?
Escuchas a los tipos de las sotanas, y tiras y malbaratas el oro de las Indias, que tienes más pasta que Dios, para enviar tercio tras tercio allí en una guerra que no puedes ganar sin convencer y asimilar como hicieron los romanos, para enseñarles que van a ser católicos sí o sí. Mientras, tus rivales te hacen la cama, te meten cuchara en ultramar, y te van levantando el negocio poco a poco porque, simplemente, no puedes estar partiéndote la cara con la gente en Flandes todo el día y además mantener América. Añade a eso la corrupción endémica, sistémica y negra que forma parte del carácter español, con cosas como una sola familia sevillana controlando todo el paso del oro de Indias, prebendas para los curas y sabe uno qué más.
Esto es igual. Cataluña es un gran sitio. En Cataluña tienes un puerto que se cargaría el de Amberes si le pusieras un acceso en condiciones. Tienes una pila de empresas que podrían dar dinero y prestigio a punta pala. Podrías negociar, alcanzar compromisos y aprovechar la inercia inherente a la gente del lugar para alcanzar 4 compromisos razonables que les tengan contentos y te dejen en paz: venga, que los catalanes han estado votando a CiU, que es el partido de NO HACER NADA NUNCA 30 años, y sabiendo que Pujol y el 3% están ahí desde hace 40 años, que no son gente de ponerse salvaje.
Pues no. Hay que sacar el toro de Osborne porque el político español no ha aprendido las lecciones de la historia (que como buen español desconoce), no ha aprendido nada de lo ocurrido desde las primeras cagadas de Isabel y Fernando expulsando a moriscos y judíos. El político español cree de verdad que aunque insulte a los catalanes cada día hay muchos catalanes que quieren ser españoles porque… ¿qué? ¿Qué incentivo hay para quedarse aquí? ¿Cuál es la ventaja? ¿Jugar en una liga de fútbol?
El único incentivo que un político español entiende es el que va en un sobre, o en un enchufe. Ahora es fácil ver cómo las reacciones a la Diada son las que son, cuando en Canadá puedes hacer 10 referéndums sobre si Quebec se va o no (y nunca se va) o el Reino Unido puede permitirse dejar a los escoceses decidirse. Y por eso aquí tienes a la caverna gritando y berreando mientras en UK el Primer Ministro hace un discurso, simplemente tratando de mostrar a Escocia las ventajas que tiene quedarse, y no tratándoles como a subnormales.
(Por cierto, cuando los fachas hablan de burguesía catalana, ¿se olvidan de que burguesía hay en Madrid tanta o más? ¿Y en Andalucía? ¿Y el País vasco? ¿Burguesía como Emilio Botín que se llevó el dinero de Cantabria y desmanteló parte de la industria de ahí? ¿De ese modelo?)
Los argumentos adicionales son aún peores. Tienes las acusaciones de la corrupción, que no dejan de ser salvajes dado que vienen de partidos donde está imputada hasta la señora de la limpieza. O sea, el razonamiento es que, como en Cataluña hay corrupción igual que en España, los catalanes no pueden preferir irse «porque les van a robar.» ¡Pero ya si les roban como a todos los españoles!
Tienes los argumentos históricos, que son risibles en ambos lados (porque lo que se ha montado en el mercado del Borne también da risica, la verdad). Es estúpido decir que Cataluña no se puede ir porque es que «no es una nación de verdad» como es ridículo decir que Cataluña se puede ir porque existía una corona catalana allá por el siglo XII. Tengo un notición: a nadie le importa.
Por ese argumento, espero que nadie les diga a los italianos que pueden volver a reclamar su provincia de Hispania en el nombre del Imperio Romano, que pasaron aquí bastante más de 500 años mierdosos. O el Califato de Damasco, aunque creo que a la caverna ya le daría la piorrea de pensar que el Islam esgrimiera los mismos argumentos que ellos. O mejor aún, que nos reclamen los franceses que son los más recientes. ¿Sí, sí, nos pueden gobernar en nombre de Bonaparte?
Esto es falaz, por ambos lados, porque no hacen falta argumentos históricos de ninguna clase: la única razón que la mayoría de una población necesita para independizarse es que se quieren ir, sin apelar a derechos de conquista, fueros históricos de hace siglos, antigüedad en el puesto de trabajo o clasificación en la liga de fútbol. Todo eso es irrelevante.
No tenemos ni idea de lo que es una democracia, ni de persuadir y alcanzar compromisos, y por eso nadie fabrica independentistas a más velocidad que el gobierno central, que el cuñao que hace el enésimo chiste de catalanes, que el enésimo artículo de opinión fachuno en línea con que «es que Barcelona habría que bombardearla otra vez» y todas las habituales maniobras cerriles de siempre. Artur Mas no mueve una pizca de opinión, ni ERC, ni nadie: tratan de cabalgar un movimiento que cobra fuerza con cada insulto, con cada amenaza, con cada desdén y con cada negativa.
No sé si Cataluña se independizará o no. Pero si queréis que los catalanes quieran quedarse aquí, vais de culo. Os lo dice uno que es andaluz, ha vivido en Madrid y sólo lleva 6 años en Barcelona. Vais de culo.
Excelente. Yo añadiría que también los moderados callan. Los moderados que estan a caballo entre las dos posiciones tanto en Catalunya como en España. Y son esas voces las únicas que podrían evitar el choque de trenes.
Tens molta raó, te lo dice un parisino de origen gallego, avec deux enfants nés a Barcelone.
Buenos días
Ante todo decir que comparto bastante lo que se dice en el artículo, bastante pero no en todo. Me toca la moral sobretodo el ejemplo de Flandes.
En primer lugar decir que la historia de España hasta el siglo XX es la de un Estado pactista, muy pactista, treeeeeeemendamente pactista que se sostenía mediante el diálogo por parte de una Corona que lo capitalizaba pero que no era centralizado ni pretendía serlo, eso es posterior. Es algo que incluso los liberales del XIX sabía, entendían y asumían como algo intrinseco de lo que era España. Por algo pactaron esos fueros descafeinados tras las Guerras Carlistas. Joder, hasta el señor Primo de Rivera, personaje que se alzó el poder con el apoyo de nacionalistas de todos los cuños, entendía de la necesidad de un «sano regionalismo». Ha sido gracia a eso que España no es algo uniforme como por ejemplo Francia, donde si que caló eso del Absolutismo.
No me invento nada. La España de los Austrias es una en la que el rey a través de sus validos y los representantes de los distintos reinos, principados y demás formas de gobierno que componían la corona negociaban, pactaban y dialogaban para hacer sostenible el tinglado. Coño, eran tan pactistas que incluso un tipo tan poderoso como el Conde Duque de Olivares tuvo que echarse atrás en sus proyectos de centralización de los impuestos y el esfuerzo militar. Eran tan pactistas que negociaban lo que las provincias vascas y Navarra tenían que pagar en forma de impuestos. Al mismo tiempo que se respetaban las instituciones propias, incluso cuando sus leyes y arbitrios fueran contrarios al interés de la Corona.
Es decir, la manera española tradicionalmente si es hablar, dialogar y llegar a acuerdos para no rompernos la crisma los unos a los otros de lo mucho que nos odiamos. Porque eso también es muy español.
La guerra en Flandes a la que se alude es algo distinto, una situación en la que no había salida pactada. Y no porque fuera España uno de los protagonistas del drama, porque Francia o Inglaterra hubiesen hecho tres cuartos de lo mismo si hubiesen podido.Los Estados modernos son estados que se conforman con el cemento de la religión. Un estado, una religión y el resto o lo asumen o fuera, que es lo que pasó con los judios (los musulmanes se convirtieron de forma mayoritaria). Suma eso a un sentido patrimonial del imperio con los intereses de ciertas casas reales de Europa por joder al primo endogámico y tienes la explicación pormenorizada de porque la Corona Española se dejó lo que se dejó en Flandes. Ninguno de los dos bandos estaba dispuesto a dialogar nada de otra forma que no fuesen cañonazos.
De modo que no, Cataluña no es lo mismo que Flandes. Cataluña es el campo de batalla que lleva enfrentando a distintas élites burguesas, una de las cuales intentó controlar la política española a finales del XIX, el primer nacionalismo catalán era reformistas (algo curioso), y fracasó aunque obtuvo sustanciosas ventajas políticas por el camino. Lo que hay, lo dice un marxista que vive en euskadi y está muy cansado de todos los nacionalismos, es unos partidos oligarquicos que quieren cerrar su coto de negocios frente a una derecha españolista intransiguente y heredera del falso «España una y no cincuenta y una», este berenjenal de país se fundamenta precisamente en eso de ser 51, de Paca la Culona e incapaz de entender, porque en este país lo que hay políticos incapaces para parar un tren, que no harían lo que cualquiera de los idiotas que nos han gobernado desde la unión de coronas hubiese hecho.
Hablar. Negociar. Pactar. Porque no creen que haga falta. Porque están convencidos de que eso sería debilidad. Porque son los nietos de quienes ganaron la guerra civil…menos de los carlistas, de esos no son nietos. Los de esos están en el PNV y Bildu. Y mientras los tios que tienen los ojos con el símbolo del dolar y la polla bien dura pensando en lo que van a hacer con Cataluña partiéndose el culo, porque ellos no se van a mover del burro en una negociación y que eso va a hacer que los otros les hagan la campaña. Con sus voceras.
Personificar España basándose en unos medios controlados por los que son, curiosamente, la misma antiespaña es tan injusto como sus ejemplos y equivalencias históricas. Decir que España insulta a Cataluña tiene el mismo sentido que decir que Donostia gana a Bilbao tras un partido de furbol. Personificar en dos entes a millones de personas con su propio criterio y sus propias ideas, poniendo a una como un monstruo espantoso y violento y al otro como una victima dechada de virtudes es, a mi modo de ver, la otra muestra de ese cainismo que parece sacado de la Primera Guerra Mundial y que está haciendo la convivencia imposible. España no habla por mí ni por nadie, España es un Estado donde hay mucho voceras con mucho dinero capaz de elevar su voz. Del mismo modo que Cataluña no es la caricatura que refleja en los medios.
Espero no haber molestado a nadie pero llevo un tiempo muy cansado de esta clase de discurso y de una situación que les viene muy bien a cuatro para darnos por culo. Sin amor.
Excelente comentario. Querría darle una vuelta antes de contestar.
Muy bien explicado, tu respuesta si que es un gran artículo
Si al final la historia no es argumento para esgrimir el nacionalismo independentista, abogo por concentrarnos en lo que hay, en el presente. Y el presente es tal como dice el artículo y su titular. Cuanto más nos insultan, más nos radicalizan. Lo dice uno que no había votado nunca hasta que éstos se pusieron a repartir leña. Pues mira, lo de la otra mejilla es para beatos, pero no para catalanes. ¿Tanto miedo da aplicar las más mínimas normas de la Democracia? Ah, es que en este país antes llamado España no hay democracia, ni con minúsculas. Seguimos con la caspa de toda la vida, con trajes de Armani y cuentas abultadas en Suiza (desde Finisterre hasta Algeciras y desde La Junquera hasta Huelva, que quede claro). ¿Quien nos va a convencer de nada con el inmovilismo y las amenazas? Quiero ver los tanques en la calle el día 9. ¡A ver si hay cojones! Aquí se hace todo por cojones, pues venga… dale. A ver si con los tanques nos volvemos más mansos y estamos más contentos de ser españoles que el mismo Rey. Ah… que no salen los tanques porque con los recortes no les llega el gasoil ni para cruzar la M30… vale. Ya nos quedamos más tranquilos.
El año que viene en lugar de la Vía Catalana de norte a sur o de la V en Barcelona tendremos que rodear toda la Comunidad de Madrid para que entiendan de qué va esto.
Y algo tiene que quedar claro y diáfano. Españoles enfrentados son lo que quieren los políticos. La gente de a pie no tiene ningún problema (menos los cuatro descerebrados de siempre, aquí, allá y acullá). Esto es una batalla política. Y los políticos son los que la convertirán en una batalla social si no toman medidas y se sientan a parlamentar. Que para eso les pagamos. Todos.
Me ha gustado la entrada Ramón.
Creo sinceramente que la mayor parte de los insultos que señalas provienen de la caterva de siempre debidamente amplificados por los medios de «incomunicación» tan serviles siempre por ambas partes. En esta España cainita el echarle la culpa de tus males al prójimo es deporte milenario, claro. Pero, ¡hombre!, no se puede exponer seriamente a estas alturas que solo unos insultan o solo unos resultan agraviados. Menos aún cuando «la cosa» depende tanto de las sensibilidades (y también de lo borrego que se quiera ser, dicho de forma más mundana). ¿O es que, por ejemplo, no se ha oído jamás de boca de un portavoz catalán floreados y amables epítetos al andaluz?.
Debes saber que el chantaje / berrinche catalanista (otro más y no son pocos) no es precisamente el principal tema de conversación fuera de Cataluña. No, no lo es.
La situación general de este naufragio socio-económico colosal que padecemos en el reino de España, consecuencia de los políticos que sin duda nos merecemos, es que nos preocupa mucho más lo deprimente que resulta no saber a cuantas generaciones afectará. Sobre este chantaje soberanista -de móvil económico- has de saber que una idea que si va cobrando fuerza es la propuesta de un referéndum (este si legal y constitucional) en el que todos los ciudadanos del reino podamos decidir si queremos seguir conviviendo con quien no quiere hacerlo con nosotros. Lo que bien podría suponer una magnífica coincidencia, ¿verdad? o una cómica tragedia… !Lastima!
Pero no, claro, la culpa siempre es del otro… Pues, mira, lejos de querer insultar al catalán yo también quiero no ser ultrajado y digo: ¡Basta!
Basta ya de victimismo; basta ya de comparaciones idiotas y falsos ultrajes. Basta ya de denunciar que la identidad catalana está en peligro cuando el menoscabo de la identidad española en Cataluña se traduce sistemáticamente en una supuesta defensa de la otra. Basta ya de pueriles comparaciones entre la prevaricación de los gobernantes catalanes, amenazando con cometer traición por sedición, con el divorcio o el respeto a los homosexuales o cualquier otro disparate. Basta de orates aludiendo a la sacrosanta democracia para consultar y decidir lo que les interesa (ya podrían proponer consultar si al ciudadano le apetece pagar impuestos pues tanto les da lo ilegal o lo imposible si vale a sus propósitos). Basta de bobos que pretenden entrar en otros países portando un carnet impreso en su casa y que recuerdan ser españoles tras palparles el recto en un cuartucho. Basta de tener que tragar con una eterna demanda asimétrica: si gano, bien, sino, bien lejos de asumir el fracaso sigo insistiendo… Basta de culpabilizar a los demás de las políticas que los propios catalanes votan y de cómo sus políticos les administran su economía… ¡Basta de pamplinas! ¡¿Cómo se puede pretender preguntar sobre la voluntad de ser independientes sin debatir antes seriamente sus consecuencias?! ¡Parar ya de hacer el ridículo!
La consulta no irá a ninguna parte. ¡Es un órdago perdido de antemano! Y generará desencanto y frustración pues cuanta más altas las expectativas mayor el batacazo. Una vez más los gobernantes de Cataluña se equivocan en lo que es ya una larga tradición histórica de no dar una.
Pero, que no cunda el pánico que la independencia les llegará a los catalanes; que no les quepa duda. Lo dará el hartazgo: ¡Más vale irse a la mierda solos que mal acompañados!
Gracias
Blog fantástica
buena suerte
…………………
mi blog
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Este post me suena mucho mucho al complejo ese tan español que tenemos los españoles de que todo lo hacemos mal y que los demás si saben hacer las cosas bien… un cojón de pato.
Ese complejo que nos hace que nos creamos nosotros mismos la layenda negra que popularizaron los ingleses desde hace tanto tiempo…, que sepamos más de las victorias de Drake sobre nosotros que de sus derrotas frente a nosotros (que fueron más y más jodidas y decisivas para su país) Que conozcamos más la vida y obra de Nelson que la de Blas de Lezo etc etc…
Porque si nos ponemos a mirar la forma de hacer las cosas de otros países podemos mirar por ejemplo:
INGLATERRA:
– Escocia en la edad media
– China en la guerra del opio
– La independencia de la India con Ghandi
– Hasta hace 4 días Irlanda y actualmente la ocupación de Irlanda del norte…
Vemos que los ingleses son muy de dialogar… si mis cojones 33
FRANCIA:
– Carlomagno (Que unificó Europa convenciendo.. de todas todas…)
– Napoleón (Que en su intento de llevar los ideales de la revolución a todos lados lo hizo sólo con propaganda….)
Muy de convencer los franceses también.. si…
ALEMANIA:
– I y II Guerra Mundial…
ISRAEL y PALESTINA, sin comentarios…
En fin.. que me da a mí que eso de intentar imponer las ideas no es algo genuino español…
Ahora vamos a mirar otra forma de hacer de los españoles…
Los españoles siempre hemos sido un país de paso y siempre hemos sido permeables y gracias a eso, España no es un concepto fácil de definir. Siempre que me viene una «au pair» sueca le tengo que explicar que España no es como Suecia, que España es una cosa muy complicada, que en España no hay una comida, traje, fiesta, baile etc etc típico, porque cada uno de nuestros pueblos tiene el suyo propio, porque llevamos siendo el sitio de paso de todo el mundo desde hace más de 2000 años y vamos cogiendo lo que van dejando… porque es un sitio donde mucha gente se queda y eso nos hace complejos, muy complejos y de una riqueza cultural que ya quisiera más de un país y que deberíamos explota mejor y no utilizarla para pegarnos..
Lo del insulto y descalificación gratuita para hacer independentistas es bien cierto.. Yo estoy hasta la misma minga de escuchar tópicos de los andaluces y cada vez estoy más cansado de tener que aguantarlos.. si por mi fuera, reclamaría la independencia del “Reino de Granada” del resto de España.. puestos a pedir.
Pero recuerdo a todo el mundo que lo que hay detrás de todos los nacionalismos (Centralistas o independentistas, son todo lo mismo) es el querer mandar y usar un montón de borregos para que se partan la cara por el que va a sacar verdadera tajada del melón a repartir…
Po cierto, creo que si Cataluña se independiza sería el gran paso necesario para que el pais se transformase, de una vez por todas, en una Republica Federal.
Riquet, los ejemplos que traes son interesantes y tienen exactamente cero que ver con lo que trato aquí. Porque la cuestión no es si en el pasado esto o lo otro o lo de más allá: lo que cuenta es lo que se hace AHORA. Y AHORA se sigue con un planteamiento que, otros países, al menos en casos como este, no adoptan.
Coño Imperator.. el que hace referencias a como se hacen las cosas a la «española» desde el pasado eres tu en el inicio, por eso hago referencias al pasado…
En el ahora.. igualmente, hay gente no española que tambien las cosas a cojones… vamos que esa actitud no tiene que ver con la nacionalidad… tiene más que ver con otros factores de poder, generalmente… He dejado agún ejemplo del ahora también (ISRAEL-PALESTINA)
En la cuestión de la independencia no he entrado, no era el momento ni el lugar.. ya se está hablando por otros lados… 🙂
Fijemonos en las siguientes evidencias:
Prueba a) «La prensa española…»
Prueba b) «Muy bien, España. Muy bien»
Antes se decía «Madrid esto o lo otro» o se invocaba a Castilla, Andalucía, o lo que tocase en cada caso… Ahora ya no hace falta peinarse para escribir España en contraposición a Cataluña… y tan naturales, oiga… como si «ya» fuesen cosas opuestas.
Debe ser una niebla fina que va calando el entendimiento y a fuerza de repetir un deseo (muy legitimo) se termina reconociendo como una verdad al punto de dar por hecho que ya se ha conseguido cuando ni siquiera se acaba de empezar…
Pondré un ejemplo simple para ver si me explico: Tenemos a un joven que «quiere» estudiar medicina. Al principio un optimismo desbordante le hace querer ser médico. Estudia y trabaja y se «siente» médico. Pero después, quizá ayudado por algún profesor empieza a involucrase más en las prácticas y desatiende otras materias. Luego, más tarde, solo hace practicas y ni siquiera se matricula de otras asignaturas. Pasan los años y a nuestro estudiante a fuerza de verle deambular por el hospital los pacientes le ven como tal y cuando se mira al espejo ya se ve canas, ve que la bata donde bordó su nombre le aprieta y que el estetoscopio esta ajado pero él se «reconoce» médico. Así que se dirige al claustro de profesores y exige ser graduado por la experiencia previa.
Un profesor le espeta (con cierta grosería):
– Haga el favor de matricularse y aprobar las asignaturas que le quedan y deje de hacer el gilipollas.
A lo que el estudiante indignado responde:
– ¡Pues ahora dejo de respirar!… ¡Y me voy a saltar los semáforos!…
Y el resto de profesores, claro, se debaten entre ahogar la risa o la carcajada.
Pues eso… Que para graduarse en medicina no hay atajos.
Y ya nos han hecho un spanishplaining de manual.
¡¿spanishplaining?! ¿De qué hablas?
Fácil.
Discutiendo el tema de la consulta de la independencia catalana sí o no, o qué, creo haber alcanzado una comprensión profunda del concepto feminista de «mansplaining.» En el tema de la consulta, a los que nos mostramos favorables a que se pregunte se hace bastante «spanishplaining.»
Esto ocurre cuando alguien que nunca ha vivido en Cataluña, que no conoce por ejemplo la realidad de la coexistencia de los idiomas castellano y catalán, y cosas así, viene a explicarnos a los que vivimos aquí (hayamos o no nacido en Cataluña) cómo son realmente las cosas, que es lo que piensan la mayoría de catalanes, con los que no ha hablado en su puta vida, claro, y un montón de cosas todas ellas desde la condescendencia paternalista, además, de considerar que, por supuesto, si te muestras a favor de la consulta es porque has sido seducido por los manipulados medios de comunicación porque los medios españoles son prístinos y su juicio (no contaminado por cosas como los datos o, siquiera, algún conocimiento), porque saber cosas imagino que es un obstáculo para la iluminación.
Además de que hay una gigantesca falta de asunción de responsabilidad por parte del conjunto de la sociedad, como siempre.
En España (Cataluña incluida) cuando se habla de los políticos se habla de ellos como si no los hubiera votado nadie, no estuvieran ahí porque los ponemos y los mantenemos nosotros, y como si no fuéramos responsables de ellos.
Con este proceso de la consulta pasa igual: muchos españoles de fuera de Cataluña vienen a decirte que la culpa es de los políticos en vez de aceptar que igual hay muchos catalanes que están hasta las pelotas de hablar con españoles de a pie y que les calienten la cabeza con cosas de lo más peregrino. A mí no viene Rajoy a decirme que no puede ni ver a los catalanes y que habría que exterminarlos, eso lo dice una señora con collar de perlas en el AVE. A mí no viene el muñeco Ken del PSOE a decirme que mi hija no debería hablar catalán porque el español es la lengua oficial de España y que además no vale para nada, me lo dice un señor que no entiende, además, cómo puedo estar yo contento en Cataluña con la opresión de los catalanes a los pobres españoles. Y así con todo.
La gente no acepta que los políticos españoles usan con Cataluña los argumentos de los bares, las estaciones de bus y demás, y no a la inversa. Y por ello cuesta tanto aceptar que muchos catalanes están hasta las narices de España. porque equivale a aceptar que igual si no hubieras sido un cuñado toda tu vida en una sociedad de cuñados (y no es que los catalanes estén libre de culpa, claro), igual los coatalanes no se acabarían sintiendo como que sobran.
Y yo sólo llevo 6 años en Cataluña. Imagínate si puedes lo harto que tiene que estar alguien que ha vivido siempre aquí.
Nací en Tarragona… soy catalán… soy español. No es que me avergüence (que no) de una cosa ni de la otra pero tampoco me enorgullezco por la sencilla razón de que no me han requerido mayor esfuerzo que nacer.
Aclarado este punto, que entiendo que en tu singular razonamiento podría suponer mi exclusión del debate por tratar «una realidad que no comprendo», aclaro también que no discuto sobre el proceso soberanista (que es tema complejo). Pretendo hacer ver que el supuesto de «Os insultaremos hasta que queráis quedarnos con nosotros» no se corresponde a la realidad. Es exagerado e injusto. La percepción del ciudadano de a pie no es esa.
«Os acusaremos de invasores hasta que nos aplaudáis a rabiar» dicho por un catalán seria una posición equivalente, esto es: ridícula e ilógica. La percepción del ciudadano de a pie tampoco es esa.
Por otra parte argumentar seriamente que se tiene derecho a realizar una consulta en virtud de ser «de facto» nación soberana es de gilipollas: Si se es ya independiente no hay que preguntar por la voluntad de querer serlo y si no se es obedecerá a un determinado estatus jurídico que no se puede soslayar argumentando simplemente lo primero.¿Fácil de entender, verdad? Si nos enrocamos en insistir en este tipo de «explicaciones» no nos podremos quejar de que no se nos tome en serio. ¡Uy, que cabrones, se ríen de nosotros!
Si queremos saber qué piensan los catalanes basta hacer una encuesta. La estadística funciona. Hace falta, claro esta, un trabajo serio, riguroso y ser honestos (no aventuro la conclusión, me gustaría saberla) en el planteamiento. Se publican los resultados, queda constancia y trabaja cada cual según sus legítimos propósitos, que aún queda faena.
Esto es otra cosa: es un pulso. Es una (otra) burda manipulación. Provocamos a sabiendas, lo hacemos mal y acrecentamos el sentimiento de victimismo. En el fondo no importa el resultado de la consulta. Si no se puede hacer o aunque se hiciese y saliese mal… ganamos… ya haremos otra. Se trata solo de dejar al otro político en evidencia. Algo que, por supuesto, se explotará convenientemente y que tendrá sus consecuencias… y que yo creo que no compensa porque lo barato al final sale caro.
Comprendamos de una vez que nuestros políticos (todos) están más preocupados -pruebas no nos faltan- en medrar económicamente que en nosotros (ciudadanos) y que se distinguen especialmente por gobernar con la ley del mínimo esfuerzo. No nos dejemos manipular tan fácilmente.
¿6 años dices que llevas en Cataluña?; yo tengo 49… ¿Que me tengo que imaginar? ¡Que sabrás tú lo harto que estoy yo!
Me quedo con una frase tuya «si queremos saber que piensan los catalanes, basta hacer una encuesta» Pues de éso se trata!!! de que nos dejen opinar. El 9 de noviembre no es el día que nos dan las llaves del pisito, es el día que queremos opinar: «quiere que Catalunya sea un Estado?. Un estado independiente?» Sólo opinar. Y tal vez la mayorái quiera un estado independiente… o no.
A ver, la legalidad es algo importante. Hay que cumplirla. De otra forma solo quedaría la opción b) El modelo «histórico estándar» esto es, resolver los conflictos por la fuerza. Y no arriendo la ganancia en semejante tragedia.
El «derecho a decidir» (por definir de algún modo tal ocurrencia) apelando el espíritu democrático no lo ampara todo. Puestos a consultar podríamos (y entiéndase como la barbaridad que es) preguntar si los españoles en su conjunto quieren desposeer de sus bienes a quienes demuestren deslealtad al Reino… si se trata de recoger firmas pueden multiplicar por x las 750.000 en pro de la independencia.
La constitución ampara el derecho a la propiedad y también la unidad del Estado. Y por lo tanto no se pueden realizar esas consultas sean vinculantes o no. Y recuerdo que la constitución se refrendó democraticamente (por cierto, con amplia participación y mayoría en Cataluña).
Cumplir la ley es obligado para todo demócrata que así quiera ser considerado.
Cambiar la constitución es tarea enormemente difícil pero no imposible. Y esa es la única vía sensata.
Pero, además, resulta que la consulta de Mas no es una consulta sincera para decidir el futuro de Cataluña. Es una moneda de cambio en su negociación. ¿o no te has enterado de las veintitantas propuestas presentadas por Mas al gobierno a cambio de no realizar la consulta?
Tanto si son propuestas inviables (tramposas) como si no supone un insulto a la inteligencia y a la buena de fe de quienes quisieran pronunciarse en la consulta… ¿o no?
Todo este enfrentamiento no es sino el procducto de 40 años de dejadez por parte del Estado central y de traición del gobierno autonómico catalán.
Lo de hacer las cosas por cojones será español, pero lo que se ha hecho con Cataluña ha sido claudicar y asentir a todas sus reclamaciones, no contestar a sus insultos (si vives en Barcelona y ves TV 3 supongo que sabrás de qué hablo) y dejar que se incumpliesen las leyes de manera sistemática.
Dejadez por parte del Gobierno de España (Todos sin excepción) debido a miedo, ineptitud o complejos de épocas pasadas y deslealtad del Gobierno Catalán (De todos)
El Estado de las Autonomías requería que los diferentes actores se comportasen como caballeros, y nos han sido unos cobardes mezquinos y los oros unos traidores.
Para algunos la Democracia es como una manta en la que cuando alquien tira para abrigarse mejor, inevitablemente destapa al otro dejandole con menos con que abrigarse. Y cuando alguien tira, es por que siente que tiene frio.