Hace unas semanas (meses) di una charla con los amigos de las Noches del Conocimiento sobre la depresión. Y aquí está ahora. Sí, soy lo peor, en fin.
De hecho, soy tan lo peor que una de las lectoras del blog ha tenido que escribirme al email para preguntarme si había cerrado el blog, si me había muerto o qué pasaba. Y no, no ha pasado nada. Vacaciones, inicio de curso, y algunos proyectos más. Pero primero, aquí tenéis la charla.
Una de las razones por las que estoy más perdido aquí es porque estoy inmerso en escribir el tercer libro ya, que se llamará Por qué pollas has hecho eso, y que es un intento de explicar el análisis y la modificación de conducta para el público general. Y es complicado, porque se trata de traducir algo muy técnico sin perder el rigor. Y además, ejemplificar su uso en casos más allá de la clínica (prácticamente todos los manuales se centran en la clínica, es horrible el sesgo de confundir la psicología clínica con la totalidad de la psicología). Total, que estoy muy ocupado con eso. Si todo va bien, se entrega a final de año, y si no le daré un disgusto, otro más, a la gente de Kailas que tienen conmigo más paciencia que todas las cosas.
Pero es que además hay otros eventos, charlas y demás que hay que preparar y de los que iré avisando, de verdad que sí, palabrita del niño Jesús.
NARRADOR: Nunca lo hará a tiempo.
Y el inicio del nuevo curso ha traído montones de cambios que no voy a enumerar y que también me han tenido entretenido. Algunos de hecho se verán reflejados en esta web, otros no se verán porque no son asunto vuestro. Lo siento, pero es lo que hay: es más, cada vez detesto con más fuerza este falso tono conversacional que adoptan muchos en redes, en sus blogs, newsletters o lo que sea, como si fuera escritura que simula la amistad. Entiendo que todos hemos aceptado vivir en una especie de simulación donde sólo tenemos sucedáneos de las cosas reales, hasta del sexo, pero me niego a ser tan parte de ello.
Eso sí, uno de los cambios gordos que quiero realizar es que quiero lanzar una newsletter de estas de suscripción, con el mismo nombre que este blog, Sesgo de Confirmación. Y en las próximas semanas arrancaremos. ¿Por qué? Bueno, la realidad es que la divulgación me está tomando cada vez más tiempo, y quiero que esté compensado, precisamente para poder dedicarme más tiempo a ello. ¿Se puede vivir de esto? ¿Merece la pena? Pronto lo sabremos y lo explicaré en la próxima entrada, pero vamos, mi idea es que el precio de la suscripción sea casi simbólico, y ver a dónde nos lleva. Y eso no quiere decir que este blog se vaya a abandonar, ni mucho menos. Me gusta mucho la idea de tener un espacio completamente mío, no sujeto a los caprichos del billonario tarado de turno que puede querer comprarlo, o prohibir las imágenes de pezones, o lo que sea. Este seguirá siendo el sitio central donde poner todo lo que quiero poner, y por ello también haremos algunos cambios.
Como colofón, el otro día tuve en Twitter/X una experiencia que sólo puedo definir como una señal del Apocalipsis, que es que me entró por mensaje directo un argentino que trató de insultarme… y no sabía. Un argentino que no sabe insultar. No se puede dar más pena, ciertamente. Y esta decadencia no puede sino implicar el fin de absolutamente todo.
Espero que la charla os guste mucho. Nos vemos en la siguiente.
Yo sí creí que habías abandonado el blog Ramón 😅 pero es verdad que los proyectos mueven todas las cosas que tenemos por hacer, soy una especie de fan tuyo muchas gracias por divulgar la psicología basada en evidencia y también exponer la que no está basada en ello..
Aprovechando podrías recomendarme un libro que trate sobre pseudoterapias y otra que tenga que ver con el procedimiento o pasos en una sesión de psicoterapia?
Muchas gracias saludos desde México Ramón!!
Busca el de pseudociencias de Lilienfeld
A mi me gusta mucho que hayas vuelto por aquí, espero seguir leyendo lo que nos quieras compartir, te mando un abrazo
Si eres la Ana que creo que eres, me siento triplemente halagado 🙂
Ha dicho omocesuarl.
Hijo, qué gusto da oirte hablar y vapulear el desconocimiento a golpe de soeces vocablos.
Siempre a tus pies, reina
Me alegro de poder volver a leerte. He entrado por casualidad, pensando que no habría nada nuevo y me he encontrado esta sorpresa.
Muchas gracias por el tiempo que dedicas, tal como están las cosas es de agradecer que dediques tiempo a esto.
Saludos
Miguel Ángel, te puedes suscribir por email y te llegan cada vez que se publique 🙂 Y en breve tendrás una newsletter por sólo 5 pavos mensuales, con un artículo semanal.