Bueno, pues el pasado viernes di una conferencia en la librería Kaburi sobre psicología de la felicidad, los mitos en torno a ella y lo que funciona y lo que no. Fue una experiencia estupenda, por la que doy gracias a Carlos, Virtudes, Allona, y todos los demás que lo hicieron posible. Especialmente estupenda porque tuve el gusto de tener entre él público a mis alumnos de psicología, cosa que fue un placer inesperado. Espero que la conferencia sea de vuestro interés.
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Estupenda charla, Ramón. Muy interesante.
Una pregunta, ¿qué opinas de la corriente de psicología humanista? En concreto, ¿qué opinas de la psicoterapia Gestalt?
Por más que la corriente gestalt haya hecho avances significativos en campos como la psicología de la percepción, sus técnicas no han demostrado ser más eficaces que otras escuelas no científicas. Esto es, no ha demostrado ser más eficaz que no tratar a los pacientes. Ïdem para la humanista.
La charla en general me gustó. Pero me dio sa sensación de que haces un poco de apología de las drogas de uso «lúdico». Incluso te pones a beber lo que parece que son varios botellines de cerveza. Yo a esa chica que se mete de todo le hubiera hablado de cómo las drogas afectan a la salud, alteran el mecanismo de recompensa del cerebro (lo que supongo que hace que ya no se disfrute tanto de las pequeñas cosas buenas de la vida), doblegan la voluntad, generan dependencia y aislamiento y pueden arruinar la vida de la gente o generar secuelas importantes.
No sé muy bien dónde hago una paología de las drogas lúdicas, porque de hecho, salvo la cerveza, no consumo. Y sí, es cierto, me tomo unas cervezas durante la charla.
Esa chica era, como yo, estudiante de psicología. Sabía perfectamente lo que hacía. Como un fumador que sabe lo malo que es fumar y fuma igual. No sé, suponer que puedo hacer una apología de la droga recreativa por ese ejemplo me parece mucho estirar.
No quería decir en absoluto que tuvieras una intención de hacer apología, que ya sé que no, sino que, sin quererlo (lo que los profesores llamamos el «currículo oculto», lo que enseñamos sin pretenderlo, con nuestro ejemplo y con nuestra forma de actuar) transmites, en alguna medida, la idea de que las drogas duras no son para tanto. Tienes tres botellines de cerveza, que es un litro (con unos 50 ml de alcohol, que es una droga dura), lo que en sí mismo transmite a la audiencia una asociación del alcohol con el día a día, incluso con una actividad intelectual como pueda ser dar una conferencia. ¿Has visto los capítulos de Los Simpson? Luego, en el minuto 20, haces un juicio de valor que me parece poco acertado: “Una de las cosas más lúcidas que una persona me ha dicho en la vida, fue una chica que yo conocí en Granada, que se metía absolutamente de todo. Se metía de todo, absolutamente. Y una de las cosas que me decía es que “colocao se está de puta madre”. ¿Y qué vas a discutir con eso? No puedes discutir con eso. No puedes. Sabemos lo que hay que hacer, pero no lo hacemos.» Me parece que sí se puede discutir con eso, no con el hecho claro de que colocao se esté muy bien, sino sobre la validez de esa afirmación como argumento aceptable o conveniente para colocarse. Porque la palabra «lúcidas» puede malinterpretarse como «inteligente» o «acertado». Luego, más tarde y al hablar de la terapia farmacológica para la depresión, afirmas medio en broma que las drogas son buenas. Yo me refería a la impresión subjetiva que me llevé en conjunto. Saludos.