Como cada año por estas fechas, las redes sociales se llenan de máscaras de Guy Fawkes, peña citando la cancioncilla del «Remember, remember the 5th of November…» y cosas así. Yo es que ya.
Como cada año, por estas fechas, me pregunto por qué la gente celebra la figura de un terrorista religioso, un yihadista católico cuyo plan consistía en volar por los aires al rey de Inglaterra y su Parlamento (protestantes), para poner él su propio y católico rey y Parlamento (católicos). Los ingleses no celebran la figura de Fawkes, celebran que lo trincaron y lo ahorcaron, al cabronazo. Es como celebrar el final de la Segunda Guerra Mundial poniéndote una máscara de Hitler. Lo tienes todo al revés. Como ya dije, es como si la gente se pusiera camisetas de Bin Laden porque es un símbolo de libertad, o algo así. Y si alguien me dice que es simplemente celebrar una frikada, más triste me parece, porque entonces parece que ser friki es, simplemente, ser un idiota que no es capaz de ver las más elementales contradicciones en su discurso. Bueno, igual algo de verdad hay en eso.
Guy Fawkes no es un símbolo de libertad, ni de anarquismo. Sólo puede ser concebido así por gente que lo ha vaciado previamente para convertirlo en un eslogan de la identidad que quieren transmitir. Incorporamos alegremente a nuestro papel cualquier elemento que se nos venda con el hype suficiente, sin cuestionar y sin considerarlo. ¿Considerarlo respecto a qué? ¿Nuestra escala de valores? No tenemos de eso, somos muy postmodernos y todo es relativo y “yo soy yo y mi circunstancia” y hombre, es sólo una fiesta y qué más da. Tener un sistema de valores es de fascistas y carcas, o de socialistas y colectivistas, según tus sensibilidades.
Esta mañana hablaba con la estupenda Rhianna Pratchett, autora de magníficos juegos como Mirror’s Edge y la nueva serie de Tomb Raider, y ella señala que los videojuegos viven en una contradicción permanente, porque se presentan a protagonistas que intentan reconciliar el hecho de que matan a decenas o cientos de personas, con el presentarles como buenas personas, con su vida interior. Y sólo ahora, con la mejora de la narración en los videojuegos, empezamos a darnos cuenta de las contradicciones del medio, citando como ejemplo a Uncharted, donde su protagonista mata en cada entrega centenares de enemigos, cifras completamente absurdas, pero como es un tío muy simpático y muy majo parece que le perdonamos que es un asesino en serie sin precedente. Podéis ver la entrevista aquí.
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Al final del día, creo que nuestra cultura se ve muy bien reflejada en los videojuegos, en el sentido de que se presentan una serie de valores como deseables, pero luego las mecánicas del juego (esto es, los incentivos a nuestra conducta y las reglas no escritas) nos llevan a dejar esos valores en una mera declaración de intenciones. Tú eres un buen tío, un héroe simpático y bonachón, pero de paso te has pelado 950 personas en 10 horas de juego (mis resultados en Uncharted 2, por ejemplo). Eso sí, lo haces molonamente, con lo cual la incoherencia se te perdona. La molonidad va siempre primero. Por otro lado, tú eres un demócrata, una persona de bien y de orden, pero en días como este te dedicas a festejar la figura de un terrorista religioso aunque, en realidad, no sabes ni a quién sigues.
También es que, según algunos, el anarquismo británico usaba a Fawkes como símbolo, pero con mucho humor negro, sin olvidar nunca quién era en realidad. Es un poco como si dijéramos que el único político español que respondió a la llamada de sus partidarios fue Fernando VII, porque bien que cumplió aquello de «¡Vivan las cadenas!», mientras al mismo tiempo nos reímos un montón.
Esto es obvio para un inglés cualquiera (y seguramente para muchos británicos), pero fuera no se entendía tan bien, y si encima vino Hollywood a añadir su ración de mierda… Por supuesto, hay cierto elemento de vaciar su identidad, como dices, pero también es un malentendido.
Hombre, es que yo creo que la gente no celebra la figura de Guy Fawkes, que probablemente no sepan quien es, sino la de V. V lleva una máscara de Guy Fawkes porque representa la lucha contra el gobierno (británico, en concreto) y el cómic obvia sus motivos quedándose solo en la anécdota. Pero la gente no lleva la máscara de Guy Fawkes, lleva la máscara de V. Y V sí que es un anarco-individualista majísimo – porque lucha contra un cobierno autoritario y opresivo, muy diferente del real, entre otras cosas.
Pero, que sí, que be de banco.